La semana pasada, los niños de 2º de infantil han realizado -y disfrutado- de una sesión de Educación Vial en el patio del colegio. Vinieron dos policías municipales, que prepararon un circuito urbano simulado con semáforos y pasos de cebra. Dividieron la clase en dos grupos: unos eran peatones y otros coches: así, cada uno tenía que estar atento al color del semáforo, a las indicaciones del policía o al paso de cebra. Parece fácil ¿no? Pues ya hubo quien no se fijó y pasó el semáforo en rojo! Pero bueno, que ninguna familia se preocupe, que a los peques no les van a quitar los puntos del carnet, ni van a llegar multas a casa: se trata de concienciar y enseñar algo muy importante.
Después tuvieron oportunidad de montarse en un un coche patrulla y hacer sonar la sirena, hablar por el megáfono y por la radio.
Y finalmente se probaron las gorras de los policías. Y claro, como se portaron muy bien y estuvieron muy atentos, tuvieron un chupachús de premio.
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