JAVIERADA 2009: TRADICIÓN, DEPORTE, ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN EXCELENTES.

Los 66 alumnos (de casi todos los cursos) y 4 profesores que nos animamos a realizar la Javierada por relevos nos juntamos el pasado sábado 14 de marzo en torno a las 10, después de una oración en la puerta del cole. Atrás quedaban tardes de entrenamiento, que como vimos luego, nos vinieron muy bien para acerar nuestros músculos. Ataviados con la camiseta del año (este año, el color elegido fue el verde), hicimos los últimos estiramientos antes de partir.

Habíamos organizado los relevos por cursos,y en función de las posibilidades de cada alumno. Los más peques –en realidad, los más valientes- hicieron 5 kilómetros, mientras que algunos de los mayores (de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato) llegaron a completar relevos de hasta 20 kilómetros. Gonzalo, alumno del PIPE, fue uno de los “campeones”, ya que corrió de los que más distancia.
Iniciamos la carrera hacia Mendillorri, donde nos esperaba un autobús de 2 pisos para recogernos a todos, menos a los de 4º de la ESO que hacían el primer relevo hasta Noáin.
Los relevos fueron: Mendillorri – Noáin, Noáin – Monreal, Monreal – Idocin, Idocin – Izco, Izco -Bajada de Loiti, de ahí hasta Liédena (un tramo que se hizo largo y duro por el calor). Tras dejar Liédena coronamos el Alto de Yesa, donde dio comienzo el "atajo" (repitieron los valientes de 4º ESO y 1º Bto.), “atajo" que nos llevó en volandas hasta Javier.

Aunque estaba previsto ir todo el grupo junto, los 70, al final no pudo ser, debido al colapso de tráfico que había, por lo que el grupo de corredores llegó antes que el autobús, tanto al comienzo como a la salida del "atajo". Así que los 70 hicimos sólo los últimos dos kilómetros.

Este año, como novedad, nuestro director Ángel hizo la función de "bici escoba", para que no tuviera que bajar el ritmo un profesor experto en maratones, quien encabezaba la marcha, de modo que ningún chaval se quedara sólo. La labor de Ángel fue importante: él se quedaba con los rezagados y llamaba al "coche escoba" para que los adelantara hasta el autobús.

La inscripción batió todos los récords: el curso pasado habíamos ido 53 chavales y salió sin ningún incidente. Para el próximo curso pondremos el tope de 73 chavales que es lo que cabe en el autobús de 2 pisos.
Nos costó llegar a Javier un poco más de 7 horas, el año que más tiempo, y lo achacamos a que hizo mucho calor para ir corriendo y a que había muchos chavales, con lo que los relevos se alargaban un poco en el tiempo. Pero la jornada fue una experiencia bonita, que une tradición y deporte.

Este año es el primero no llegó nadie a hacerla entera, aunque a Leire Redín –otra superatleta del cole- le faltó poco para completar los 53 km. Tras escuchar la Eucaristía en la explanada del castillo, nos reunimos en Sangüesa para recuperar fuerzas con una magnífica merienda (de nuevo, excelente organización), que fue otro momento bonito del día que pudimos compartir al aire libre, por el buen tiempo (que también habíamos encargado, claro).

El apoyo de los dos coches fue fundamental: José Mari y Julia se encargaron del avituallamiento y de las fotos, además Rubén hizo de "coche - escoba" con su furgoneta. Daniel acompañó al grupo en el autobús todo el día. El ambiente en el autobús fue estupendo y el chófer se portó muy bien, colaborando con el grupo y parando en un montón de sitios. El día fue largo, habíamos quedado a las 9,30 y no llegamos al colegio hasta las 21,30 pero mereció la pena.

Queremos agradecer a la APYMA su colaboración con las camisetas, que ayudan tanto en la seguridad en la carretera como a identificarnos como grupo. Y desde estas líneas, os animamos a todos a que participéis y entrenéis para que el año que viene: seguro que la Quinta Edición será otro éxito.

Javier Beaumont.