Cuesta arriba, cuesta abajo, en llano… No hubo nada que se nos resistiera. Habíamos esperado con muchas ganas que llegase el veinte de mayo, pues era el día señalado para participar, todo el primer ciclo de Primaria, de la excursión final de curso.
El día anterior estuvimos expectantes por si la caprichosa meteorología nos jugaba una mala pasada y decidía aguarnos un poquillo el día, pero hasta el sol quiso ser un compañero más entre nosotros.
Comenzamos el día, almorzando en una explanada entre verdes campos y explorando los alrededores de Eunate. ¡No podía faltar, en dicha exploración, la entrada al monasterio! Saludamos a María y aprendimos algunas de las curiosidades propias de la iglesia, como por ejemplo que Eunate significa cien puertas.
Muy cerquita de allí estaba Obanos, y fue donde nos dirigimos para tener un buen rato de juego, en el parque del pueblo. Con tanto movimiento, se agudiza el apetito, o sea que también allí comimos creando un bonito ambiente de convivencia. Luego, hicimos la compra… ¡Menuda compra más gustosa! ¡Al rico helado!
Después, unos partiditos de fútbol en el frontón, otros juegos variados…Y así, sin apenas darnos cuenta, se hizo el tiempo de regresar a casa.
¡Un bonito día para guardar en el archivo de nuestra memoria!
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